Que acabe la temporada...

Ese puede ser el sueño de cualquier sevillista. La temporada más histórica del Sevilla se ha convertido en todo un calvario, y todavía puede ser peor. Antes las fuerzas del destino no se puede luchar y solamente nos queda lamentar la pérdida de Antonio Puerta, pero sí debemos de ser críticos en cuanto al resto. Juande Ramos se va y deja tirado al equipo. Sí, pero a caso no se sabía que eso podía ocurrir desde el momento en que Del Nido no le renovó en junio y siguió tirando de la cuerda con el que ha sido el mejor entrenador del conjunto hispalense como si fuera un jugador más. La diferencia con los futbolistas, es que el de Pedro Muñoz no tenía una cláusula como Dani Alves.

Luego, los refuerzos. ¿Son Tom De Mul, Boulahrouz y Mosquera fichajes para un equipo de Champions? ¿Duda, Maresca y Chevantón tienen nivel para estar en un conjunto que reside en la élite del balompié europeo? De los canteranos, poco se puede decir. Al menos ellos dan la cara, no como otros. ¿Dónde esta la planificación del Sevilla? ¿Dónde está ese presupuesto histórico? ¿Esos carnes con precios desorbitados? ¿Por qué se sigue sin fichar?

Son muchas las preguntas y cuestiones. Sería injusto como ya he dicho en anteriores post, echarle toda la culpa a un entrenador que está ahí por ser lo más barato. La culpa al fin y al cabo no es de él, sino de quien lo ha puesto. Pero lo que sí puedo decir es que el de Arahal se está cargando al equipo. El conjunto está cada vez mas fatigado, juega menos, la defensa es de chiste, no acierta con los cambios y apenas sabe leer el partido. El Sevilla se echa constantemente atrás y espera a su rival. No quiere el balón y no juega. Todo lo contrario que la máquina de Juande.

Pero a pesar de esto. El conjunto hispalense arrancó ganando en el Alfonso Pérez, tras aprovechar Luis Fabiano un rechace. Pero en la casa del pobre, al menos futbolísticamente, porque en la caja nervionesne sí hay mucho dinero, pero dejémoslo para el estadio cinco estrellas; las alegrías duran poco. Casquero lanzó un tiro de los suyos que resultó imparable para De Sanctis. Luego, un clamoroso error del que nunca falla, Drago, propició la ventaja del Getafe. Tras esto, Jiménez arriesgo y sacó a un delantero por un defensa. Buen planteamiento. El Sevilla consiguió el empate tras un corner que remató Dragutinovic. Enmendaba así su error. Pero el equipo seguía sin defender y Escudé y Drago se veían desbordado. Poulsen no puede hacer nada más en un medio del campo en el que está sólo. Maresca y Renato son dos fantasmas que deambulan por el campo. Navas estuvo ausente durante todo el trance del encuentro, ni bajó a defender. Al niño solo le faltan que le peguen una patadita para que se borre del partido. Así que ante tal falta de actitud para defender, el Getafe conseguía el tercer tanto sobre la bocina.

¿Y ahora qué? Soluciones a esto hay muchas y se empieza fichando. Es hora de que el sevillismo reaccione y le pida explicaciones al que dirige esta entidad. Y si no quieren protestar que recen para que esta temporada acabe cuanto antes.